lunes, 15 de abril de 2013

Estos días escribiremos…


sobre Picasso y sus obras cubistas que desencadenaron toda una revolución en el arte occidental de inicios del siglo XX. La revolución había empezado ya en el año 1907 con las Señoritas de Aviñón pero el “manifiesto” de la nueva concepción del arte se publicó en 1913 por un amigo de Picasso y Braque, el poeta Guillaume Apollinaire. En Los pintores cubistas Apollinaire, recapitulaba en palabras, los propósitos y la manera de proceder de todos los jóvenes artistas que siguieron el camino nuevo que abrieron Picasso y Braque.
Citamos algunos de sus pensamientos que todavía hoy, justo 100 años después, nos conmocionan por su fe ardiente en la transcendencia del arte cubista de sus amigos y contemporáneos, un arte nuevo y rupturista, el arte que habían inventado Picasso y Braque:

Cada divinidad crea a su imagen; así crean los pintores. Los trazos de los artistas son la verdad y fuera de ellos no conocemos ninguna realidad. Pero la realidad no la podemos descubrir una vez por todas. La realidad será siempre algo nuevo

…La grande revolución de las artes la ha acometido Picasso casi sólo, lo que es el mundo y su nueva representación…

…muchos de los nuevos artistas sólo pintan cuadros sin un verdadero tema…Estos pintores, observan la naturaleza pero no la imitan y evitan cuidadosamente la representación de escenas naturales observadas y reconstruidas a través del estudio. La verosimilitud no tiene ninguna importancia, todo se sacrifica por el artista a favor esas verdades, esas necesidades de una naturaleza superior que el artista supone sin haberla descubierto…

…sin los poetas, sin los artistas los hombres se aburrirían enseguida de la monotonía natural…
…lo que diferencia el cubismo de la pintura antigua es que no se trata de un arte de imitación sino de un arte de concepción que tiende a elevarse hacia la creación…

…Nietzsche había adivinado la posibilidad de un arte que toma el universo infinito como ideal, que permite al artista-pintor de dar al objeto unas proporciones conformes al grado de plasticidad al que él desea llegar. Nietzsche había adivinado la posibilidad de este nuevo arte: “Oh Dioniso ¿porque me tiras las orejas? pregunta Ariadna a su amante filosófico en uno de sus célebres diálogos en la isla de Naxos. “Encuentro algo de muy placentero, muy agradable en tus orejas Ariadna: ¿Por qué no son todavía más largas?”…*

*Las citas provienen del libro de Guillaume Apollinaire Les peintres cubistes. Méditations Esthètiques, Genève, Éditions Pierre Cailler, 1950. El libro fue publicado por primera vez en 1913 en Paris por el editorial Eugène Figuière & Cie.

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